Danzas coreadas infantiles en honor a la Virgen de las Nieves

Danzas coreadas infantiles en honor a la Virgen de las Nieves
Danzas coreadas infantiles en honor a la Virgen de las Nieves (fotos de varias Bajadas). Archivo JGRE.

Al igual que el resto de actos que configuran el nutrido, especial y exquisito programa de las Fiestas Lustrales, el fin de las danzas infantiles coreadas era y es proclamar y anunciar la inminente llegada de la patrona de La Palma al casco histórico de su capital.

Este tipo de danzas conforman unos números de datación secular y fuertemente arraigados en la tradición festiva hispánica ya desaparecida en otros puntos de la geografía nacional pero que en la ciudad palmera, afortunadamente, aún perviven. Si bien eran características de las festividades del Corpus Christi, en Santa Cruz de La Palma han sido puestas al servicio del culto mariano en la Bajada de la Virgen.

A pesar de que hay constancia de la existencia de coreografías infantiles en la Bajada de 1765, es desde 1880 cuando se documentan unos bailes especiales preparados para ser interpretados por niños y niñas durante los actos festivos quinquenales en honor a Nuestra Señora de las Nieves en dicha ciudad.

Así, en el manuscrito anónimo de 1765 se recoge que, cuando la procesión con la imagen de la Virgen se encontraba por la zona de la Dehesa, extramuros de la ciudad, apareció un carro custodiado a los lados por un grupo de doce niños (de unos diez o doce años) con unos lujosos vestidos, a pesar de que eran semejantes a los que usan los serranos, más propios de usarse en un baile de la corte que en el campo. Todos iban vestidos de blanco, a imitación de la nieve, con unos ropajes compuestos de lama de plata con bellos cintos y tocados enjoyados con prendas que «hacían los doce atributos de la Virgen».

José G. Rguez. Escudero.

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